Aunque amanecimos un poco nerviosos, comprobamos que el tanque tenía agua y muy contentos pudimos darnos una ducha. 

Nos vestimos con nuestras “ropas de gala”, nos despedimos por un rato de nuestros perros, entrelazamos nuestros dedos, nos besamos, caminamos un par de cuadras y llegamos al registro civil donde una simpática jueza nos declaró “marido y mujer”.

No hacía frío, tampoco calor. El cielo tenía un color rarísimo, chispeaba dulcemente. 

Si tu silencio transfiere
una increíble sonrisa
o mi inquietud encaja
como hojas de otoño,
toda vacía brisa concluirá
destrozando al deseo.

Por el momento te regalo
flores de palo borracho,
verde amarillos en fresnos
y este amor que no es querer.

FUGA DE ONDAS
Hablamos de transición
mudar la piel
¡y en tu palabra
buscaba Música!

Desembarco a la niñez 
escapo de los zumbidos
alzo plumas en el parque
ofrezco cipselas al viento

Hay momentos tan valiosos:

quedarse en el mundo, por ejemplo...

Yo  agradezco cuando dicen
que esta letra es amorosa
y mis días de re cuerdo
emocionan otras almas 

Pregunto a la mañana
- aurora tan callada
¿es cierto que recuerdo
imágenes veladas? 
La noche me susurra
reposo 
sonidos
atávico preludio
un cielo junto al mío.

Temor. 

Cuenta mentalmente, ni siquiera en voz baja, la distancia que lo separa de esa pensión.

Piensa. 

Faltan cuatro cuadras, ahora tres y media, ahora tres.

Camina apurado acelerando el paso más y más, sus piernas son motores.

-Ya estoy a setenta metros, ya estoy, ya llego…

- De  “En aquellas épocas”-