no pasa el Ganges
galopa el Paraná
exhibiendo cadáveres
Vidas que corren
destiempo y su inercia
hubiera sido encantador
arroparnos con el alma
Mientras intento abrir mi mano izquierda
miles de caracoles continúan tu trabajo
Inquieto respiro
Floto
en calma
sin saber nadar
No me hundo
floto
Cuco y ruiseñor
mi cabeza mojada
concierto número trece
para órgano y orquesta
Haendel
en Fa mayor
Me recuerdo
hace muchas vidas
regalando
galletitas Melba
esas que son de chocolate
rellenas con cremita blanca
Entonces floto
sin saber nadar
¿Un tigre sabe
cuántas rayas más soportará?
Pasaré
por el puente
enlatado
giraré
a la izquierda
hasta algún semáforo
luego en sentido contrario
doscientos metros
o cuarenta kilómetros
Preguntaré
Todo camino provoca
cierta sensación
de incertidumbre
CARENCIA
En negro el pizarrón,
sillas, mesas,
todo bien acomodado.
Sin chicos
sólo hay lluvia
y barro
- Me gusta jugar a la maestra con mis hermanitos. Ellos son muy escandalosos. Les enseño las letras: la “a”; la “e”; la “u” ¡sólo esas vocales aprenden!
El loro también hace ruido, grita “mami”. Mi vida se arruina cuando mami nos pega. En esos momentos aparecen pesadillas... la Llorona transparente quiere sacarnos el alma y María Sangrienta, los ojos. Aquí en el patio, hablando con vos, pierdo el miedo que le tengo a esas malditas.
¡Qué lindo estar afuera, nadie puede resistirse a esta paz!