domingo, 21 de junio de 2015
jueves, 18 de junio de 2015
lunes, 1 de junio de 2015
INFAME OCTOGENARIO
Siempre hizo daño. Incomodó demasiado. Robó.
Incineró todo lo que estuvo a su alcance.
Hace mucho me contaron que contrató una
topadora, arrasó el cañaveral lindero, volteó la morada de personas humildes para
construir un jardín personal con piscina incluida.
Como manejaba la contabilidad de algunas obras
públicas también estafó al estado y no dudó en acusar falsamente a sus hermanos
consiguiendo que ellos fueran a prisión (cárcel sin jardín ni piscina).
Durante años la esposa juntó con las manos los excrementos que
cagó mientras él le disparaba con un rifle de aire comprimido.
Tuvo
perros y les enseñó a matar.
Torturó gatos inmovilizando sus patas, los asaba vivos
cual regocijado encuentro familiar.
El anciano se fue acompañado por el olor a cloaca
de cierta cañería trucha.
Ese extraño sonido casi isócrono que nos llamó la
atención ayer por la mañana resultó ser la carcajada de un perro ante la muerte
de su dueño.
Oremos.
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